Pues sí: Algunos adolescentes son terribles, al igual que algunos padres, abuelos, y gente de cualquier edad. Pero tener quince años no es sinónimo de ser un delincuente en potencia, ni implica que la convivencia con él suponga un sufrimiento permanente. Quizá se nos olvida a los adultos que fuimos adolescentes hace treinta, cuarenta o… Seguir leyendo Adolescentes terribles