DIETA, OBESIDAD, NUTRICIÓN (2)
Unos sencillos conceptos sobre obesidad: A efectos prácticos se cuantifica utilizando un sencillo cociente, el índice de masa corporal (IMC). Es el resultado de dividir el peso, expresado en kilogramos, por el cuadrado de la estatura, expresada en metros. En una persona que pese 72 Kgrs. y mida 1,74 m., el IMC = 72/1,742 = 72/3,03 = 23,76.
Se considera que un IMC entre 18 y 25 es normal, de 25 a 30 corresponde a sobrepeso (u obesidad de grado I) y más de 30 supone franca obesidad. A pesar de que las diferencias constitucionales implican variaciones, estas cifras están universalmente aceptadas y sirven perfectamente como orientación.
Es importante evaluar cómo se distribuye la grasa corporal. Se usa una medida tan elemental como el perímetro abdominal (PA), medido a la altura del ombligo. Por encima de 102 cm. en el hombre y de 88 cm. en la mujer (independientemente de la estatura) está demostrado que aumenta el riesgo vascular del individuo.
Éste es el motivo por el que debe tratarse la obesidad de cualquier grado: Porque se asocia a los factores de riesgo vascular, causándolos o agravando sus consecuencias. Así sucede con la diabetes, el colesterol, la hipertensión arterial, el tabaquismo. Por ello la obesidad eleva el riesgo de infarto de miocardio, ictus cerebral o embolias. Aumenta la probabilidad de padecer hígado graso, cálculos en la vesícula o pancreatitis. También acelera procesos degenerativos, como la artrosis, reduciendo notablemente la calidad de vida. Suficiente para tomárnoslo en serio.
¿Por qué se produce la obesidad? Aunque en algunos casos hay factores genéticos y enfermedades o fármacos que la producen o desencadenan, se debe casi siempre a un desequilibrio alimentario en la cantidad de la ingesta, en la cualidad de sus ingredientes o en ambas; además de otros factores relacionados con nuestros hábitos de vida, como la falta de ejercicio físico.
Seguiremos hablando de ello…
Dr.José María Esteve Barcelona